lunes, 31 de marzo de 2008

Se acerca

Hoy se comunicó conmigo la señorita L. de administración del conservatorio, para preguntarme cuáles eran los requerimientos técnicos necesarios para dictar el curso de estilos 2. En primer lugar, no sé porqué me llamó la atención la llamada desde un inicio. La llamada a mi celular. Sabes, de pronto te llaman a tu celular. Al aparato que no se sabe hasta dónde compromete tus células. Los requerimientos. Clase amplia. Ropa de trabajo. Necesitarán las carpetas, no? No. Si. No.
Si. Coordinamos. Le recuerdo sus horarios. Me gusta. Encuentro un cierto sabor a aeropuerto en esta funcionalidad. Algo que me recuerda a Londres (no estuve ahí), a Broadway (tampoco. De muy chica, casi no cuenta).
La mente, es prodigiosa en verdad. Un misterio total. Entonces estás en Javier Prado, no rápido, no lento, los hombros frescos al viento reciben caricias. El día pasa. Es verano. todavía. Los días más lindos. Los del final. De pronto el viento te ha llevado lejos. Ya no estás aquí. De pronto, de la nada, el mismo aire que te acaricia te trae la señal electromagnética que te busca a lo largo y ancho del roaming internacional. Vas a iniciar algo nuevo, nuevo, hermoso. Y la mente se va, sabe Dios porqué, a entretenerse con Bradway y Londres, tan familiares, tan incógnitos. Eres eso, todo eso y más. Por que todo esto y todo lo que está debajo de eso y todo lo que estuvo antes de eso está ahí mismo y es sólo un instante una fracción de vida, un respiro. Aló. Sí?. Confirmado entonces el horario? El horario, si, si. Una fracción de vida. Escenas. La srta. X. va en el auto por la Avenida. Recibe una llamada. Al celular, porque es el año 2008 y aun existen Broadway, Londres. Detalle.
No sé muy bien por qué me encuentro aquí hablándoles de esto, hoy. Y a la vez lo sé muy bien, por lo de la escena, la fracción de vida, las sensaciones, la verdad de la emoción, la libertad del pensamiento, y eso. Pero hay algo más. Algo que va entre el amor, la inspiración y las pequeñas soledades del creador. No puedo darle más vueltas ahora, porque la luna ya dió la vuelta tres veces y ya ni los perros ladran y sólos estamos el actor y el texto que tiene de tarea y sus alumnos que tal vez duermen tal vez cuentan estrellas. Solos. Recuerdo de pronto algo que dijo Leo la vez que nos presentó, digamos , oficialmente. Gente, ella es K., ya la conocen, no la juzguen por ser diferente.
:) -
Me hizo mucha gracia, eso. Y me pareció muy útil. Así debería andar uno por la vida. Con una persona acreditada que cálidamente anuncie que tus particularidades no te descalifican. Realmente me encanta. Así debemos ser nosotros , para poder observar, aprehender (con h), repetir, seleccionar. Un gesto. Una mirada. Una historia. Un personaje. No lo juzguen por ser diferente. Claro que ustedes son estudiantes de segundo. Ya lo deben tener clarísimo.
Este es un post que raya en la extracurricularidad. Es la noche muda. Los perros dormidos. El cerebro creativo que se opone al cerebro funcional. Contradicción. Importante. Importante.

Zzz.

2 comentarios:

Cesar De María dijo...

me encanta conocer lo que piensas mientras pasan las cosas. A veces me da miedo pensar aasí, demasiado, y desbordarme por dentro... no sé si me entiendas.

Federico W dijo...

Bien kitsch el post, interesante y real. Abierto, libre y franco.
Estamos hechos de instantes.
Como alguien escribió en algún comentario en tu blogg "la felicidad asusta", ¿será por ser efímera y no poder contenerla?